Es una sensación rara, si, diferente.Es un tipo de angustia, un agujero se te abre en el estómago, comienzan los pichazos en el pecho, y de nuevo, una lágrima recorre tu mejilla.
No, no es una sensación que me guste especialmente, más bien la odio, al igual que odio llorar, quizá sea porque lloro por nada, soy débil, frágil. Intenta aparentar que ya nada te importa, que eres fuerte, como un roble, aunque no te queden fuerzas y en realidad estés muriendo por dentro, poco a poco...
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